Tras cuatro años en su cargo, Johan Triana, investigador posdoctoral que llegó a MIRO desde la Universidad de Antioquia, Colombia, deja su puesto para asumir un desafío académico en la Universidad Católica del Norte. En su lugar, el instituto recibe dos nuevos investigadores, formados en Buenos Aires e Illinois, y suma así nuevas visiones a la investigación en óptica.
En el mundo de la investigación científica la formación constante es un elemento clave. En esa búsqueda, muchos profesionales inician sus carreras con la meta de tener un cargo de investigador principal, cuestión que requiere experiencia y conocimientos que van más allá de la teoría, y que también responden al liderazgo.
Para llegar a dicha meta, las pasantías posdoctorales son el camino más común: una instancia en la que los científicos recién doctorados buscan aplicar lo aprendido bajo la guía de científicos de experiencia en su área.
Nuevas oportunidades
Johan Triana llegó a MIRO en mayo de 2019, año en que se integró al grupo de Tecnologías Cuánticas Moleculares que lidera el investigador Felipe Herrera, en la Universidad de Santiago. Por entonces, recién había terminado su doctorado en la Universidad de Antioquia, en Colombia.
Ahora, en julio de 2023, se despide del instituto para optar a un cargo como académico en Antofagasta, específicamente en el Departamento de Física de la Universidad Católica del Norte (UCN) desde donde espera seguir colaborando con MIRO y generando proyectos en los que pueda incluir a estudiantes de la universidad.
“La principal línea que espero seguir desarrollando es la de interacción luz y materia, pero eso también irá de acuerdo con los intereses del grupo de física estadística. Son proyectos que vendrán, aunque tengo algunas ideas pensando en la región, pero eso depende de los intereses del grupo”, comenta.
Sobre su paso por el instituto, Johan Triana destaca: “Cuando uno termina el doctorado, muchas veces uno no está tan capacitado para pensar cómo relacionar un problema con diferentes áreas de investigación actual. Al estar en contacto con varios de los investigadores aprendí muchísimo sobre las áreas en las cuales se pueden aplicar las diferentes problemáticas que resolvemos en nuestras investigaciones. Esa visión amplia sobre dónde aplicar lo que hacemos es algo que destaco y que aprendí principalmente con Felipe Herrera”.
En relación con su paso por el instituto el investigador señala “También destaco que al ser MIRO un instituto multidisciplinar con diferentes líneas de investigación, que van desde la óptica cuántica a la óptica clásica, es muy valioso para expandir el pensamiento de lo que cada uno hace en investigación y tener otra visión.”
Refuerzo en Óptica Cuántica
Con la salida de Johan, el instituto recibe ahora nuevas miradas en su misión por hacer investigación académica de excelencia.
Una de esas nuevas visiones es la de Timothy Woodworth, Máster en Física y Licenciado en Informática de la Western Illinois University, quien viene de trabajar en el estado de Oklahoma, específicamente en el Centro de Investigación y Tecnologías Cuánticas de la Universidad de Oklahoma, donde estudió con Alberto Marino, para así convertirse en doctor en Física y experto en óptica cuántica, con especial atención en el área de la metrología cuántica.
Hace un tiempo, Tim tuvo la oportunidad de colaborar con la académica del Departamento de Física de la Universidad de Chile e investigadora asociada de MIRO, Dra. Carla Hermann. Así cuenta que, “cuando obtuve mi doctorado, ella tuvo la amabilidad de permitirme convertir una breve visita al laboratorio en una oferta de posdoctorado”.
Sobre sus expectativas, Woodworth destaca que, si bien el trabajo que realiza la profesora Hermann con los estados cuánticos de la luz se acerca al que realizaba con su anterior investigador, el Dr. Marino, “ella lo lleva en una dirección muy diferente. Estoy deseando utilizar mi experiencia en el uso de dicha luz cuántica en nuevas e interesantes formas”, asegura.
Un nuevo físico en el grupo USACH
Por otro lado, en la Universidad de Santiago ya se integró hace algunos meses Adrián Rubio López, doctor y licenciado en Física de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, quien en MIRO llega a cumplir una tercera experiencia en un puesto posdoctoral.
Previo a su llegada a Chile, Adrián pasó por el Instituto de Información y Óptica Cuántica, perteneciente a la Academia Austriaca de Ciencias, y luego por la Purdue University, en el estado de Indiana, Estados Unidos.
Sobre su trayectoria investigativa, cuenta que partió “con temas de teoría de campos, pero después llegué a trabajar con nanopartículas, que fue el momento en que comencé a ligarme a la óptica cuántica. Y eso fue cuando partí a Austria. En Purdue, en cambio, llegué a trabajar en estadística de fotones, y ahí pude ver la relación de estos fotones con el estudio de estrellas, una cosa fascinante”.
El denominador común en toda esa trayectoria, en la que investigó temáticas muy diferentes entre sí, fue que siempre trabajó en temáticas ligadas a la física fuera del equilibrio, con el estudio, por ejemplo, de experimentos a altas temperaturas o en distintos estados.
Respecto al trabajo que llega a hacer en el Instituto MIRO, pese a no estar aun definido, sabe que trae herramientas que pueden ayudar en las investigaciones que ya se están haciendo. “Está la idea de seguir con el tema de las reacciones químicas en cavidades, que es algo que el grupo ya hace, y que es algo a lo que puedo venir a agregar nuevas visiones”, asevera.
Por último, Rubio destaca su deseo de no solo dedicarse a la investigación, sino que también de destinar tiempo para hacer divulgación.
“Siempre estoy abierto, porque soy de los que piensan que el financiamiento que recibimos para investigación hay que retribuirlo de alguna forma. La investigación está bien, porque uno produce conocimiento, pero producir conocimiento no es necesariamente producir cultura. Entonces una buena forma de contribuir a la sociedad que no participa de este mundo es siendo parte de actividades con ese grupo de personas, que están fuera de la academia. Además, que es una instancia buena e interesante”, concluye Adrián.